Férula para apnea y ronquido
La apnea del sueño es un trastorno del sueño en el que se interrumpe la respiración. Estas pausas pueden durar apenas segundos o incluso minutos. Existen dos tipos de apnea, la Apnea Obstructiva del sueño (AOS) y la Apnea Central del Sueño (ACS).
En el primer caso los músculos se relajan temporalmente y cierran las vías respiratorias, obstruyéndolas. El segundo tipo se debe a un problema con el sistema nervioso. El cerebro se “olvida” de mandar la orden a los músculos para que continúen respirando. Las personas que padecen este trastorno suelen roncar de forma crónica.
Esta enfermedad es frecuente en personas que padecen sobrepeso, amígdalas, tabique nasal desviado o pacientes que tengan antecedentes familiares.
La apnea del sueño provoca una mala calidad del sueño, puesto que la respiración se interrumpe y aumentan los niveles de dióxido de carbono en la sangre. En este momento el cerebro envía una señal para que la persona se despierte y reestablecer los niveles de oxígeno. Los afectados no se dan cuenta de que se despiertan muchas veces durante la noche, pero no llegan a alcanzar la fase REM.
Esto tiene un efecto cascada en el paciente y puede afectar a la digestión, concentración, memoria, fatiga general durante el día e incluso, puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas o tensión arterial alta.